MEDICINA ESTÉTICA Beneficios de las vitaminas en tu piel

29 marzo 2021 mesoterapia-facial-vitaminas

Las vitaminas son sustancias orgánicas esenciales para el crecimiento y desarrollo de nuestro cuerpo. Por eso, son múltiples los beneficios que las vitaminas aportan a tu piel.

Las pequeñas dosis diarias que necesitamos se obtienen a través de la alimentación, una dieta equilibrada aporta las cantidades suficientes y sólo en determinadas circunstancias, como puede ser el caso de veganos estrictos, es preciso recurrir a suplementos vitamínicos orales, siendo recomendable consultar siempre con nuestro nutricionista o médico.

Cada vitamina tiene funciones específicas, intervienen en numerosos procesos metabólicos y son primordiales para el correcto funcionamiento de nuestros sistemas y órganos, entre ellos, la piel, nuestro órgano de mayor tamaño que actúa como barrera protectora frente al medio externo al tiempo que mantiene nuestra homeostasis, el equilibrio dinámico interno de nuestro organismo,  por ello es fundamental protegerla y mantenerla lo más sana posible.

Las vitaminas que más beneficios ofrecen a nuestra piel, como combatir los signos del envejecimiento y otras enfermedades, son: A, C, E, D, K y B3.

La vitamina A, además de su importante papel en la fisiología de la visión, el crecimiento o la reproducción, participa en la diferenciación de células epiteliales, ayuda en la curación de heridas superficiales, a mantener los niveles de colágeno y es un potente antioxidante que contribuye a la protección frente a la radiación solar.

La vitamina C actúa sobre los sistemas inmune y nervioso, es necesaria para la eliminación hepática de fármacos y participa en numerosos procesos metabólicos como la síntesis de colágeno confiriendo elasticidad y firmeza los tejidos, también combate el daño producido por los radicales libres y ayuda a prevenir y reducir la aparición de manchas en la piel.

La vitamina E participa en procesos plaquetarios, ayuda a mantener las membranas celulares y es un poderoso antioxidante que contribuye a prevenir la inflamación y colabora con la regulación de la humedad de nuestra piel.

La vitamina D tiene un papel destacado en el metabolismo del calcio,  fundamental para el mantenimiento de nuestros huesos y una de las formas de obtenerla es a través de la piel ya que el cuerpo forma esta vitamina de manera natural tras la exposición solar. También es clave, según apuntan diversos estudios, para prevenir algunas afecciones cutáneas.

La Vitamina K interviene en los procesos de coagulación sanguínea y es necesaria para la coagulación de las heridas e importante en el proceso del flujo de la sangre por lo que, a pesar de ser un nutriente un poco olvidado, puede favorecer la prevención de ojeras, arañas vasculares, rosácea o hematomas.

Las vitaminas del grupo B participan en el mantenimiento de la integridad del ADN celular, en la curación de heridas cutáneas, son nutrientes esenciales para el correcto crecimiento del pelo y las uñas y ejercen un efecto protector frente a posibles irritaciones e inflamaciones de la piel colaborando en el mantenimiento de su estructura normal, mejorando la textura cutánea y previniendo alteraciones de la pigmentación.

Como señala la Dra. Josefina Naveiras, directora de la Clínica Médico Estética Estersa, el aporte de vitaminas, a través de la alimentación o de la suplementación oral en casos necesarios, es esencial para nuestro organismo, Adicionalmente, destaca que, en el caso de nuestra piel, disponemos además de un tratamiento mediante el que se puede realizar un aporte directo de estos principios activos a la misma: la mesoterapia.

Concretamente, la mesoterapia facial es un tratamiento médico-estético indicado para la bioestimulación dérmica destinado a reducir los signos del envejecimiento, nutriendo, hidratando, tonificando, iluminando y revitalizando cualquier tipo de piel. Está particularmente indicado para el tratamiento de zonas como cara, cuello, dorso de las manos y escote.

La aplicación de principios activos se realiza directamente en la dermis mediante microinyecciones, incrementando así su eficacia. Se pueden emplear productos homeopáticos, alopáticos (vitaminas, oligoelementos minerales, aminoácidos, silicio…) y ácido hialurónico. Uno de los productos más utilizados es Cytocare que consiste en una fórmula combinada de complejo rejuvenecedor CT50 y ácido hialurónico, aportando todos los beneficios de las vitaminas en tu piel.

El ácido hialurónico, no reticulado, tiene un importante efecto de captación de agua y produce un efecto tensor y antioxidante, contribuyendo a restaurar el entorno interno de la piel y a mantener sus funciones naturales.

El complejo de vitaminas, minerales y aminoácidos mejora la microcirculación, la oxigenación celular  y el intercambio de nutrientes, favorece la síntesis de proteínas y estimula la actividad de fibroblastos  promoviendo asimismo el crecimiento de nuevas células.

Estos efectos se traducen de manera visible en nuestra piel apreciándose una reducción de líneas finas y arrugas, una intensa redensificación,  una textura más uniforme, un incremento notable de la hidratación y un aumento de brillo y luminosidad que nos confieren un aspecto rejuvenecido y saludable.

Es un procedimiento indicado tanto en pacientes jóvenes que empiezan a mostrar los primeros signos de envejecimiento, como en personas maduras, constituyendo un complemento ideal de otros tratamientos médicos o estéticos.

El tratamiento es prácticamente indoloro ya que se aplica previamente una crema anestésica tópica. Cada sesión tiene una duración de 30-35 minutos por término medio. El número de sesiones necesarias dependen del estado de envejecimiento de la piel. El médico especialista realizará una recomendación personalizada.

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